En el FC 2009, la feria de las células de combustible, Sony ha presentado su último prototipo de célula híbrida, que combina una célula de combustible de metanol con una batería de litio.
En este combo, la célula de combustible se encarga de mantener cargada la batería de litio; el conjunto está controlado por un microprocesador que, según las necesidades de energía del momento, conmuta entre la batería y la célula e incluso es capaz de usar ambas a la vez (en el caso en que se necesite un volumen de energía elevado). La autonomía de un aparato alimentado por esta batería puede ir de una semana a un mes.
Las células de combustible son unos dispositivos que generan electricidad directamente a partir del hidrógeno. Descrito en pocas palabras, es el proceso inverso de la electrólisis; si en esta se hace pasar una corriente eléctrica a través del agua para dividirla en sus componentes, el hidrógeno y el oxígeno, en una célula de combustible combinamos estos dos gases produciendo electricidad en el proceso.
Las células de combustible pueden hacerse muy pequeñas, incluso del tamaño de una moneda, lo que debería permitir utilizarlas para alimentar dispositivos electrónicos, pero el hecho de que se alimentan de hidrógeno, un gas altamente explosivo y muy difícil de almacenar, impedía darles este uso.
Este problema se ha solucionado con el desarrollo de las células de metanol, que no se cargan con hidrógeno sino con alcohol metílico. En el interior de estas células la molécula de metanol se rompe liberando el hidrógeno que se utilizará para producir energía.
Las células de combustible son la gran esperanza para solucionar el problema de la duración de las baterías en los dispositivos eletrónicos, pero su salida al mercado se está retrasando debido a su elevadisimo precio y a su relativamente baja eficiencia (entre el 20% y el 30%), que hace que el coste del combustible necesario sea superior al precio de la electricidad en una batería convencional.
FUENTE: Engadget.
